La primera vez que escuché un sonoro » Je suis » fue hace unos cuantos años… en concreto, fue en el contexto de una campaña acerca de la Renta en Navarra:
» Pamplona somos todos « afirmaba con la destreza de Juan Tamariz haciendo un truco de narices.
La ciudad se vio envuelta en un verde esperanza que acabó » penetrando « hasta en el inconsciente más » rebelde «, y muchos, acabamos participando de la campaña, sin querer, alimentándola de » souvenires « más propios de quien viaja a New York, y acaba » coleccionando gorras «.
Aún » purula » por ahí, algún extinto boli de aquella época que recuerda la eficacia de una campaña diseñada para ganar o recaudar.
Es ahora cuando el apogeo de esta moda » aterriza » con más fuerza que nunca entre el común de los mortales… haciendo de la libertad de expresión… un espacio de libre albedrío.
Y es que el espíritu de ese » Todos somos «, traspasa fronteras a golpe de click.
No te confundas. No todos somos todo. Para empezar el término » todo « hace referencia a un término absoluto… y como tal no existe…
y si existe… mal síntoma.
Así que como marketiniana anti-todo te animo a poner de moda un sonoro: » Je ne suis pas.
Se trata de un principio que no niega a la multitud, pero que me permite hacer valer mi derecho como » ciudadana y no oveja de un lugar llamado mundo «…
con mi aportación individual para una puesta en común con el resto de los mortales.
¿ Y tú… te apuntas a la moda del » Je ne suis pas ?.
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