La educación es como la experiencia. No eliges tu educación inicial como no eliges tus primeras experiencias,
pero tu educación y experiencia siempre te definen.
No te confundas. Educar no es enseñar ni ser es saber.
Porque,
para enseñar hay que saber
pero para educar hay que ser.
Si nunca cortaste huevos, entonces:
nunca aprendiste a capar.
Si nunca fuiste querido, entonces:
nunca aprendiste a valorar.
No existen » fórmulas secretas » para educar,
como no existen fórmulas para querer,
pero lo cierto es que si no quieres educar,
poco queda por hacer.
Un cambio de conducta es directamente proporcional al refuerzo.
Una extinción de conducta es directamente proporcional al castigo.
Por lo tanto,
cambio de conducta no es igual a castigo como refuerzo no es igual a extinción de conducta.
Dime cuánto castigas a tu hijo y te diré que su » sumisión « o » rebeldía « son proporcionales.
Así que:
Educación = Amor + Límites
El amor es el nexo más potente que existe.
Y con tu hijo compartes un nexo biológico, ¿ te parece poco ?.
Los límites equilibran a tus hijos. Les enseñan y educan en la seguridad.
Si la educación es proporcional a la desesperación, entonces es que perdiste el control… más incluso que César Millán en una » sesión de control » al Gobierno, jaja.
Si la educación es proporcional al miedo, entonces tendrás hijos castrados por » secuela seculorum «.
Si la educación es proporcional a la tolerancia a la frustración, entonces tendrás hijos robustos, casi tanto como » Veterinario al recate «…
sí, ¿ qué pasa ?, y se convertirán en debilidad pero no serán débiles.
En resumen,
Amor + Límites = Educación = Ser
Ser o no ser… ésa es la cuestión.
¿ Y tú… eres o sólo predicas ?.
Publicado desde WordPress para Android