La sonrisa es como la fe. Cuanto más la buscas más se aleja.
Basta que desees creer con la fuerza de Sansón para que te sucedan, de golpe, mil y una historias para no dormir, que acaban alejándote no sólo de la fe, sino también de las cosas buenas que tiene la vida,
al ritmo mismo de Sabina y Serrat interpretando un sonoro » Contigo «.
No esperes que la vida te sonría. No esperes a que Dios, o Buda o quien sea, venga a darte » nada «, por más que pienses que lo mereces y no sé cuántas cosas más.
Más bien esmérate en procurarte tu propio FOGASO, Fondo de Garantía de Sonrisas, para que cuando llegue la tormenta, o las » vacas flacas «… o la soledad que tan bien conocía A. Pizarnik, puedas » tirar » de ella y disfrutar así, de las cosas buenas que tiene la vida.
Y es que, si eres de los que piensan que la vida no les sonríe, y que el Big- Ben fue por su culpa y patatín patatán… ¿ has probado a hacerle cosquillas ?.
Si. Ya sé que soy demasiado literal pero… en serio, ¿ lo has hecho ?.
Si es que no… ya estás tardando.
Si es que sí, piensa que la » suerte « hay que buscarla, mientras tanto, es imprescindible aquello de: sigue buscando.
Y, al final, descubrirás con la certeza de la niña en la ilustración, que eres lo que atraes.
Que se puede ser Sol aunque esté nublado.
Que la vida se llena de sonrisas siempre que tú estés dispuesto a hacerle cosquillas.
Que » no hay mal que cien años dure «, ni karma que valga.
Mientras tanto si realmente quieres hacer algo para cambiar tu vida, encontrarás de seguro la manera de sonreir, si no encontrarás la excusa.
Yo ya elegí, y elegí sonreír…
¿ Me acompañas ?.
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