La confianza es siempre un bien escaso y limitado, algo así como » las angulas «.
Si. Debes venderlas muy caras y nunca regalarlas, jaja.
Dime que no confías en » nadie » y te diré que tu paranoia es proporcional.
Dime que confías en » todos » y te mostraré ( con la solvencia de Jordi Hurtado ), lo suicida que puedes llegar a ser.
Confiar no es tarea fácil. Es más bien una tarea de » chinos «, casi tanto como tener feen el programa electoral de X o Y.
Confiar en alguien es como meterle en tu casa y prestarle tu pijama… y hasta tus » babuchas » para dormir.
Una decisión que no se puede tomar a la ligera.
Dime cuánto te cuidas y te diré que tu capacidad para cuidar a los demás es proporcional.
Para confiar en alguien que no sea como el bicho de Kafka, o que no tenga cuatro patas y rabo…
debes aunar la valentía de Robin Hood y la ingenuidad de ¿ Bambie ?.
En fin. Hay confianzas que matan.
Mejor confía en ti… y asume riesgos…
y acabarás confiando en ti contigo…
sin listas… con razón… de corazón.
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