A veces la existencia se convierte inexorablemente en un marco de realismo mágico, desde donde » todo vale «; desde donde el reto se vislumbra lejano, difícil, inaccesible…
pero desde donde es posible salir.
Realismo mágico mientras asegures con la rotundidad de quien anuncia recortes, que él/ella si va a cambiar.
Realismo mágico si piensas que un día lograrás sortear cada cáscara de huevo… sin pisar ninguna.
Realismo mágico cuando lo que pasa es » normal «… cuando hábito y costumbre no equivalen a normalidad.
Realismo mágico cada vez que niegas que te pase nada, cuando ni el restaurador del Vaticano podría juntar todos tus trozos.
Realismo mágico si tratas de encontrar explicación hasta a la acción más irracional.
Realismo mágico si crees que te amará por siempre cuando nunca lo hizo, en realidad.
Realismo mágico si te dices que te alejarás, en cuanto consigas un lugar a donde ir, mientras el tiempo juega en tu contra.
Realismo mágico si sientes que mereces algo mejor, mientras permites que nada cambie.
Realismo mágico mientras sigas convenciéndote de que mejor sólo que mal acompañado, al tiempo que te ahogas en tus propias lágrimas.
Realismo mágico si opinas que todo volverá a ser igual cuando ya nada es lo mismo.
Realismo mágico si crees que el marketing te levantará el negocio mientras permaneces con el culo pegado a la silla giratoria.
Realismo mágico si crees ser objetivo cuando la situación te desborda.
Realismo mágico mientras especules con que el tiempo lo curará todo, cuando el tiempo solo anestesia.
Realismo mágico mientras pienses que fulanito es demasiado pequeño para incluirlo en tu mapa de competencia.
Realismo mágico cuando pides respeto, siendo el primero en juzgar.
Realismo mágico si niegas que lo que ocurre sea real.
Realismo mágico pensar que llegarás a agradarles, cuando ni siquiera fuiste deseado.
Realismo mágico si tratas de justificar lo injustificable.
Realismo mágico confiar en que las cosas cambiarán… mientras tú no cambias.
Realismo mágico porque esto no te puede pasar a ti.
Realismo mágico priorizar a los demás relegándote a un discreto segundo plano.
Realismo mágico si postergas tu dignidad…
entre realismos mágicos.
Publicado desde WordPress para Android