Adaptarse o morir, esa es la cuestión.
No es el más fuerte, ni siquiera el más preparado…
es aquel que optimiza sus recursos a las necesidades inmediatas,
quien más alto vuela.
A veces no es huir
a veces no hace falta luchar;
a veces basta esperar.
Y las amenazas se desvanecen solas,
lo temido se acaba por esfumar;
una estrategia de supervivencia
primaria, que nace de la antigüedad.
Y se perfecciona con el tiempo
que sirve para sedimentar;
es solo una capa fina, no te confundas
que el tiempo nada cura, en realidad.
Dime cómo te adaptas y te diré
cuáles son tus arquetipos;
cómo hacer para salir airoso al final, sin demasiadas secuelas,
sin demasiado pesar.
Somos animales de costumbres
dicen que nos defendemos
cuando sentimos que nos van a atacar.
Pero solo es una leyenda urbana
que poco se ajusta a la realidad.
Porque para decidir entre estrategias defensivas, antes tuviste que disponer de la posibilidad, y no siempre es tan evidente,
a veces no se puede elegir cuál utilizar.
Adaptar es aceptar
lo que no puedes cambiar;
integrarlo de forma positiva
y seguir.
Es un proceso complejo
al que no se llega solo con voluntad;
requiere un despliegue incesante de esfuerzos,
que no siempre llegan a tiempo,
cuando uno los necesita encontrar.
A veces el instinto más primitivo
nos protege de forma inconsciente
con multitud de estrategias
a las que no daríamos forma
de un modo racional.
¿ Cómo te adaptas ?
me muestra quién eres
sin necesidad de palabras
porque solo observando tu conducta,
lograré descifrar de forma simple
hasta lo más complejo que me quieras ocultar.
A veces sentirse aconpañad@
suma más fuerzas;
que desplegar fuerzas innecesarias,
para luchar contra quien no merece la pena preservar.
Del gato y el niño aprendí
que, a veces mejor callado,
mejor invisible,
y el ratoncito se aburrirá
de buscarte… y volverá a su escondite,
así sin más.
Imagen de Black & White.
Publicado desde WordPress para Android