No hay nada más gratificante
que ilusionar a un niñ@.
Acompañar en sus emociones
inspirar su creatividad.
Aprender a escucharle desde dentro
le permite crecer con dignidad.
Si confías en él
no dejará de experimentar
sin miedo a descubrir
siempre dispuest@ a crear.
No dudes en compartir
sus logros;
no temas motivar
sus ideas.
Guiar sus sueños
orientar su vida.
Fomentar su autonomía
transmitir energía.
Atender sus necesidades
es ayudar a crecer.
Indagar sus sentimientos
te permite cuidar
respetar, y sobre todo, comprender
su forma de ser.
Observar su conducta
te dará las pistas necesarias
para acercarte a él
y educar sin apegos raros
en libertad.
No olvides que los límites
siempre son necesarios;
aunque muchas veces, te acaben por emocionar
Más vale innovar
cuando se trata de la educación de tu hij@
que dejarte llevar.
Porque las consecuencias
le marcarán de por vida.
Solo por eso… merece la pena luchar.
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