¡ Auuuuu !. Lo bueno que tiene que te repitan tantas veces el » mantra » del lobo ¿ sabes qué es ?…
que al final acabas simpatizando con él, queriéndole… y hasta necesitándole.
¿ Has pensado alguna vez qué sería de » Caperucita » sin el lobo ? ¿ qué sería de esta entrañable imagen de ovejas… sin el sutil lobo?.
Seguramente sería diferente. Más sosa… quizás más » blanca «… incluso algo » sin sorbo «.
Si. Piénsalo. ¿ Qué hemos hecho con este increíble animal ?.
Le hemos etiquetado de cosas feas, sin sentido, que poco o nada tienen que ver con las cualidades reales de este inteligente animal.
Lo cierto es que el paisaje perdería brillo, sería algo así como » comer sin sal «… como dibujar en un eterno » blanco y negro «… o como gritar en silencio.
El lobo es necesario para despertar de su » letargo » a Caperucita… es como ese proceso compulsivo de realidad que te hace derramar hasta la última gota de sangre, sudor y lágrimas… al tiempo que te espabila de golpe y porrazo, sin previo aviso… sin prisa pero sin pausa…
haciendo de ti un » humano más consciente « menos tontorrón… » más oveja negra «.
Por cierto… hablando de ovejas negras ¿ no echáis en falta alguna en esta linda imagen ?
Porque yo si. Ya, ya sé que no en todos los rebaños existen… es casi tan difícil como tener un herman@ pelirrojo ( no tanto, que yo tengo esa suerte… eh ) casi tanto como acertar con tu próximo regalo de San Valentín, juas juas… bueno, eso es más difícil.
El caso es que si no existieran ovejas negras todo sería más aburrido.
Se acabaría eso de correr a lo » Benny Hill » tras de si, adiós a esa arraigada costumbre de echarle la culpa de todos tus problemas, tu » mala suerte «… hasta de que pierdas en el póker.
Una » oveja negra » es a un rebaño lo que jaque es a ajedrez; lo que estrategia es a marketing; lo que de color dibuja tu vida.
Entonces ¿ por qué no se ve ?. Porque a veces… está ausente, se esconde o simplemente ha saltado la valla para explorar nuevos caminos, en la incesante búsqueda de una vida mejor.
Con el espíritu de Willy Fogy Paco Lobatón a partes iguales… porque para buscarlo ¿ quién sabe dónde ?.
En cualquier caso, como me recuerda una sabia escritora… » En todas las cosas, la uniformidad es un defecto. Es interesante dejar algo incompleto y por terminar; así se tendrá la sensación de que mediante esa imperfección se prolonga la vida de los seres «… y no lo dice ella ( que sabe mucho ) sino Kenko Yoshida, Tsurezuregusa.
Pero dejémonos de ovejas negras, que hoy lo que toca es conversar de lobos ¡ no me líes !.
Pues eso, que están allá donde menos te lo esperes, ya sea en el Hall oficial de Palacio o en el » cuarto trastero » de » Los Dalton «.
La idea es aceptar que están ahí ( que no se van a ir ) porque quien se va eres tú… e intentar » quererlos » ( de dentro a fuera ) sin olvidar que son lobos, y que nosotros ( tú y yo )… no formamos parte del reparto en » El silencio de los corderos « y así convivir en paz y armonía… hasta que » Caronte » o » tu jefe » o el mismísimo ( espíritu santo ) decida hacer lana con tu piel y alimento para sus secuaces.
Tú decides. ¿ Ver las orejas al lobo o convertirte en carne de cordero ?.
Imagen de Gold Art.
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